Para comprender cómo influyen las emociones en el bebé durante el embarazo, es importante comprender que entre éste y la madre existe una relación tan poderosa que todo lo que ella siente puede ser transmitido a su hijo.
Esto se observa muy claramente cuando el estrés que una madre puede sufrir durante el embarazo, ocasiona un parto prematuro y una experiencia traumática para ambos.
Conexión total.
Sin embargo es conveniente aclarar que esta conexión entre madre e hijo no sólo reacciona a las emociones negativas. El pequeño en el vientre materno también recibe las ventajas de las reacciones positivas. Es así que un hijo de una madre tranquila y segura desarrollará una personalidad más sólida que los hijos de las madres temerosas e inseguras.
El estrés y el bebé.
La relación entre lo que siente una madre y lo que le transmite a su hijo ha sido demostrado en forma científica. Él reacciona tanto a la alegría como a la tristeza de la madre. Esto tiene una explicación biológica: cuando la madre se estresa, su cuerpo libera una hormona denominada catecolaminas.
Lo preocupante es que no hay forma de impedir que esta sustancia pase al bebé e inunde su cuerpo, alterando su estado. Y a diferencia de nosotros, los bebés no saben cómo lidiar con esta situación.
El pensamiento positivo al rescate.
Así cómo los pensamientos negativos afectan al niño, también lo hacen los pensamientos positivos con todos sus beneficios. Un estado de tranquila felicidad libera endorfinas las cuales son llamadas también las hormonas de la felicidad. Hormonas que llegarán al bebé brindando paz y felicidad al neonato.
Las madres que logran mantener estos estados de bienestar, estarán brindando a sus hijos las herramientas necesarias para un desarrollo positivo y armonioso.
Cómo generar buenas emociones para tu bebé.
Si, como lo lees: es posible generar en forma voluntaria, emociones adecuadas para el bebé. Son sencillas aunque requieren de constancia por parte de la madre. Veamos:
Imaginación positiva. Concéntrate en los valores positivos del ser humano: amor, compasión, paz, alegría, etc.
Imagina el desarrollo de tu bebé. Si, es cierto que aún no ha nacido, pero conviene que lo imagines en cada etapa de su vida. Un niño alegre, un adolescente equilibrado, un adulto feliz y responsable.
Desarrolla tu vena artística. El arte, por lo general, recarga el alma de las personas. Y, por extensión, el alma de quienes dependen de esta persona.
Estrecha tu relación con la naturaleza. Esta te dotará de mayores energías y de gran vitalidad, todo lo cual reforzará el estado positivo de tu bebé. Muchos recomiendan la cercanía del agua y su canto. Es relajante y te permitirá una paz de la que también podrá disfrutar tu hijo.
Y si eres el padre, evita someter a la futura madre al estrés. Ahora no se trata de una persona sino de dos, y una de ellas está por comenzar la aventura de vivir. Así que dale fuerza protegiendo la tranquilidad de la madre.
Conclusiones.
Ya vimos cómo influyen las emociones en el bebé durante el embarazo. La buena noticia es que puedes elegir cuáles emociones desarrollar y cuáles dejar atrás. Ayuda a tu bebé mucho antes de nacer brindando un entorno beneficioso para el próximo ciudadano de este mundo.
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