separar el bebé de la madre

Consecuencias de separar el bebé de la madre

Fecha: Jun 1, 2020

Durante mucho tiempo hemos tomado como algo normal que los niños sean separados de sus madres apenas nacen. Son llevado a un lugar extraño para ellos, con personas desconocidas que les practican exámenes que probablemente les resulten incómodos. Y todo esto, solo.

Las consecuencias de esta separación ha sido estudiada a lo largo de los años revelando un perjuicio en el desarrollo de los pequeños que ahora está siendo tomado en cuenta. Como consecuencia, cada vez son menos los centros de salud que separan a la madre y al hijo en el momento del parto.

La importancia del contacto.

Es conveniente que analicemos una realidad: la madre es la única persona que el niño conoce aún antes de nacer, ya que vivió en su seno durante largos meses. Esto hace que para el recién nacido sea primordial el contacto materno para enfrentar un mundo frío y ruidoso que no conoce.

De hecho, se estima que el bebé nace diseñado para enamorarse de la madre como una medida de supervivencia. Esto, por supuesto, implica una serie de pasos que fortalecen esta relación: el contacto materno, el sonido del corazón de la madre, su olor y su temperatura, para nombrar sólo algunos puntos.

Pero ¿qué pasa cuando esta cadena de sensaciones es rota y el niño se encuentra de pronto solo, luego de meses de estar unido a una parte fundamental de sí mismo?

Más aún, la propia madre se ve afectada con esta separación pudiendo desencadenar en depresión postparto.

Separación más allá del parto.

Lo anterior engloba lo inmediato después del parto. Pero la separación madre e hijo no se detiene aquí. La sociedad moderna, enfocada en la producción, insiste en que la recién estrenada madre retorne a sus actividades lo más pronto posible.

No nos extrañe que los permisos postpartos no están diseñados desde el punto de vista de la necesidad madre/hijo, sino desde el punto de vista de los beneficios para las empresas.

Un niño sin suficiente atención, más allá de la que una madre le pueda dedicar al retornar del trabajo y antes que el pequeño duerma, puede sufrir de una permanente ansiedad.

Es por esto, que muchos niños que sufren esta dinámica no duermen bien por las noches y lloran mucho. Ellos, simplemente, están solicitando la atención para la que genéticamente nacieron preparados.

Daños en la salud mental del bebé.

La simple falta de atención de la madre para con el hijo ha desatado lo que algunos psicólogos denominan epidemia y que se caracteriza por el aumento de niños con trastornos mentales.

Esto obliga que en ciertos casos sea necesaria la medicación para criaturas que ni siquiera han comenzado a vivir la realidad.

¿Puede un niño desarrollarse convenientemente? En realidad no.

Guardería: no tan buenas como se piensa.

Por muchos años se reforzó la necesidad de las guarderías como centros donde los niños pueden reunirse con otros, con relativa seguridad. Sin embargo, nuevas luces indican que esta aparente solución dorada es, en realidad, una de la peores decisiones para el bienestar de sus hijos.

Las razones son evidentes: un niño sin la conexión con una madre a la que no ve con la frecuencia que necesita, sumergido en un entorno extraño inundado de emociones que no conoce y donde su miedo es lo único que le acompaña.

Sugerencias.

Dado que no será sencillo el retorno al concepto del niño y su conexión con la madre, tal como la naturaleza lo ha establecido a lo largo del tiempo, conviene aprender pequeñas técnicas que permitan paliar la situación y facilitar algún tipo de reconección madre/hijo.

1.- Cuando la madre llegue a casa, conviene que todos los dispositivos electrónicos sean puestos en suspenso. El tiempo que permanezcan juntos deben ser, en realidad JUNTOS, sin distracciones.

Esta es una manera de compensar, así sea brevemente, la separación obligatoria entre la madre y su hijo.

2.- Permitir a los niños acostarse más tarde. Los horario son para romperlos cuando sea necesario. Esa leyenda que los niños deben acostarse temprano se cae cuando se trata de recuperar un tiempo perdido que le permita al pequeño sentirse querido, seguro y en conexión con la madre.

No tema hacer que se duerman más tarde de lo que, teóricamente, debieran. Ellos necesitan la relación materna y esto no tiene horario alguno.

3.- Dormir juntos. Si, DORMIR JUNTOS. Aquí volvemos a la seguridad del calor, el sonido del corazón, la suavidad de la madre. El tiempo de separación no puede borrarse pero, por algunas horas, el bebé estará dónde y cómo quiere estar: conectado con quien le dio la vida.

Conclusiones.

Como hemos visto, separar el bebé de la madre es una decisión poco acertada y bastante cuestionable.

Un niño no es un ente independiente que nace con todas sus defensas en alto. Es, por lo contrario, un viajero vulnerable, necesitado de afecto y guía para enfrentar al mundo real.

Ahora que la ciencia está escuchando las necesidades no dichas de los más pequeños, está comprendiendo que si queremos que sean personas felices y plenas, debemos buscar la manera de mantener la conexión con su madre durante el mayor tiempo posible.

Madre e hijo conectados durante los tres primeros años de su vida, pueden ser la base para un ser humano proactivo, seguro y emocionalmente estable.

Esto demuestra a todas luces que el trabajo de la madre en la formación de sus hijos es el más importante que persona alguna pueda realizar.

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